El Palacio Real de Madrid es el de mayor superficie en activo en Europa. Aunque la actual Familia Real española no vive aquí, por razones personales y políticas, este palacio barroco sigue considerándose la residencia oficial de la monarquía española. Construido sobre los cimientos de un Alcázar musulmán, el palacio original que se alzaba en este lugar desde el siglo XIV sufrió un pavoroso incendio en 1734 y fue sustituido por este espectacular edificio y sus alrededores.

Los entusiastas de la cultura y de los museos deben reservar un día completo de su viaje sólo para visitar este lugar. El Museo del Prado, el Thyssen-Bornemisza y el Reina Sofía están a tan sólo 10-15 minutos andando, formando una de las colecciones de arte más importante y diversa de Europa. El Prado está especializado en las escuelas española, italiana y flamenco del Renacimiento; el Thyssen-Bornemisza presenta una variada colección de obras de movimientos de todo el mundo; el Reina Sofía acoge algunas de las obras españolas contemporáneas más relevantes, como el “Guernica”, de Pablo Picasso.

Estas 125 hectáreas de vegetación, uno de los pulmones verdes de la capital, destacan inmediatamente a los ojos del visitante. Lo que no es tan evidente es la cantidad de esculturas, monumentos y edificios ocultos tras sus 15.000 árboles. El Parque del Retiro es muy popular entre los madrileños y también entre los turistas, bien para aprovechar las estupendas imágenes que ofrece el entorno –por ejemplo, frente al monumento dedicado al rey Alfonso XII-, para dar un paseo estival frente al Palacio de Velázquez o para hacer un poco de deporte por su red de caminos.

No hay un punto más céntrico de Madrid, ni de todo el país. El conocido como “Kilómetro Cero” es el punto de referencia para todas las carreteras radiales de España. En esta plaza semicircular encontrarás una de las imágenes más reconocibles de Madrid: la escultura del oso y el madroño, presentes en el escudo de la ciudad. El reloj de la sede del Gobierno regional es el elegido por millones de españoles para celebrar la tradición de las uvas en Nochevieja: algunos se concentran in situ para vivirlo en directo, pero muchos más siguen sus campanadas a través de las retransmisiones de las cadenas nacionales. Todos ellos deberán tomar doce uvas al ritmo de doce toques de campana.

Uno de los lugares más curiosos de Madrid es el Templo de Debod. Esta gran estructura de piedra fue un regalo a la ciudad del gobierno egipcio en 1972, pero el monumento en sí mismo es mucho más antiguo, concretamente del siglo II a.C. Es un templo dedicado al dios Amón y la reina Isis, edificado inicialmente en el Alto Egipto. El gobierno egipcio decidió realizar una presa en el lugar, y se decidió trasladar el templo a un lugar más seguro. Se desmontó pieza a pieza y después se volvió a montar en pleno centro de la capital de España, donde se ha convertido en un punto de interés muy popular.